En esta noche mágica, con las hogueras de fondo, el gentío en la playa, vamos a hacer unas letras:
Rodaba esta tarde en el Taoro, con los de siempre, y pregunté a los mayores la edad de esta fiesta, ahora multitudinaria. Coincidían conmigo en que es reciente. Isidro sabía que desde siempre se ahuyentaban los malos presagios con estas hogueras. En Agulo llegué a saltarlas, hace 20 años.
En fin, nada comparado con el éxito que tienen ahora. En la etapa reciente, recuerdo que Chucho Dorta bañaba las cabras en el muelle del Puerto de la Cruz, que no eran suyas, dicho de paso, sino que se las prestaba un cabrero. Esto era algo surrealista para el común ciudadano. Y no era otra cosa que el rescate de una costumbre de antaño, aniquilada por mal vista u olor.
Ayer estuve en el Teide, por la tarde, cuando sé que ya no hay gente, y subí al refugio: bello espectáculo. Hablando con el guarda, me cuenta que los mismos personajes de mi último comentario también estuvieron. Rápido para abajo porque empieza el partido y quiero verlo en casa.
Hasta la siguiente.
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